«Ese momento cuando la creencia se suspende y cualquier cosa puede pasar.
Y estás totalmente involucrado y estás mirando.
Es como una película y estás interpretando tu propio papel frente a tus propios ojos.
La historia se desarrolla en tiempo real y tú eres el personaje principal.
Y al mismo tiempo no eres tú porque te estás viendo actuar.
La acción está en sincronía con el testimonio de la acción.
No hay más cuestión de elección en el sentido de que eres elegido.
Tú eres el vehículo.
Es un regalo y lo montas como una ola.
No puede ser buscado sólo permitido.
No puede ser tomado solo cuidado.
Puede ser deseado pero si se cumple en sus propios términos.
Puedes estar preparado.
Tu trabajo es prepararte.
Estar listo.
Estar dispuesto.
Sin juicio.
Sin culpa»
— Mark Tompkins